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Crónica del Symposium por A. Cagigas, en el Boletín 32, p/2004, p. 8.

Angel Cagigas, Universidad de Jaen

Ha pasado ya el XVII Symposium de la SEHP, que hemos disfrutado esta vez en Girona con una concurrencia un tanto mermada en la que se echaron en falta algunos amigos. En aquella preciosa ciudad, además de aprovechar unas sesiones en las que aprendimos y discutimos, como debe ser, también pudimos gozar de exquisitos paseos saltando el río una y otra vez por sus pasarelas, perdiéndonos entre los vericuetos de su espléndida judería y maravillándonos ante sus monumentos, su muralla, sus baños, su catedral…, todo entre chaparrón y chaparrón.

Pero volviendo a lo académico, intentaré hacer una breve y obligada reseña de lo que allí vivimos. En la mañana del jueves, tras la inauguración oficial del Symposium abrimos boca con una reposada conferencia del profesor Canals, que nos sedujo con su historia de los avatares de nuestra disciplina en la Universidad de Girona, y sus comentarios no acabaron ahí sino que nos fueron acompañando, desgranando mil y una anécdotas durante los tres días de la reunión. Tras esta conferencia se dedicó una primera mesa a la Historia de la Psicología en España, que tuvo continuidad en la mesa de la tarde. Entre ambas mesas hubo tiempo sobrado para la comida, amenizada por un estruendoso aguacero, e inmediatamente después asistimos a la segunda conferencia del día, esta vez del profesor Casas, que nos convenció de que el máximo objetivo de la Psicología ha de ser mejorar nuestra calidad de vida. Y tras sus iluminadoras palabras corrimos bajo la lluvia para cerrar el día con una recepción en el magnífico Ayuntamiento de la ciudad, donde nos recibió uno de sus representantes, colega universitario también, que nos recordó algo del glorioso pasado de Girona y nos informó de su no menos gloriosos presente y futuro.

Ya el viernes el programa fue algo más apretado. Por la mañana pudimos asistir a dos mesas, la primera sobre la Psicología y el pensamiento, y la segunda centrada en el análisis de distintos colegios y escuelas relevantes en la historia de nuestra disciplina, ambas con magníficas comunicaciones; y entre ambas disfrutamos tanto de la pausa para el café como de una didáctica conferencia del profesor Castelló sobre la historia del concepto de inteligencia, sus evoluciones y sus involuciones. Tras la comida se desarrolló la última mesa del día, con comunicaciones referidas a la historia de la Psicología clínica y de la salud, y pudimos comentar los pósters, quizás algo menos numerosos que en otras ocasiones pero siempre interesantes y algunos de notable diseño. Probablemente esta es una de las facetas del Symposium que habría que alentar, pues los pósters son un buen mecanismo para exponer ideas que pueden captarse visualmente, lo que exige una capacidad de síntesis y de organización mayor que otros formatos expositivos, lo cual pocas veces se reconoce. Esta tarde del viernes también pudimos recordar al profesor Brozek, que tanto hizo por nuestra Sociedad y que tanto representó para la investigación sobre Historia de la Psicología. Tras este sentido homenaje la tarde se cerró con una mesa redonda, quizás más bien una conferencia comentada, en la que habló el profesor Jubert y moderó el profesor Estaún, y donde en una especie de relato de historia viva nos enteramos de muchísimos de los avatares que ha sufrido en Girona la Psicología como disciplina académica, algunos de ellos un tanto bochornosos para alguno de sus protagonistas.

Tras cerrar así la tarde dio comienzo la Asamblea de la SEHP, en la que entre otras cosas nos enteramos indignados del incierto futuro que, a tenor de los cambios referentes a la estructura de la carrera de Psicología, se cierne sobre la Historia de la Psicología en particular y la Psicología Básica en general. A pesar de esta mala noticia que esperemos no se haga realidad, el día acabó bien, como no podía ser menos, con la cena de gala con que nos regaló el comité organizador, que estuvo a la altura de las circunstancias, no sólo en lo material sino también en lo espiritual, pues pudimos disfrutar de los amigos en circunstancias más relajadas.

Ya el sábado acabó el Symposium con las dos últimas mesas, una dedicada a las complicadas relaciones entre Psicología, lenguaje e historia, y la otra sobre temas libres, tremendamente interesantes ambas. Así acabó nuestra reunión y así dejamos Girona, que después de acogernos entre agua durante los dos primeros días, nos despedía con un sol espectacular y engalanada para celebrar su fiesta de las flores, cuyos preparativos pudimos observar en nuestros paseos en los que veíamos crecer estructuras florales plenas de color y aromas en muchos rincones de la ciudad.

Y para acabar no puedo dejar de señalar y agradecer la eficaz organización con la que nos regalaron Manuel de Gracia, que estaba allí para todo salvando los inevitables percances de este tipo de eventos, y su equipo de colaboradores, que nos dejan (sobre todo al que suscribe) bien alto el listón para la próxima reunión, en la que os espero a todos.