Mauro Vallejo, El Conde de Das en Buenos Aires: 1892-1893. Hipnosis, teosofía y curanderismo detrás del Instituto Psicológico Argentino. Buenos Aires: Editorial Biblios, 2017.
Por Mònica Balltondre (CEHIC-UAB)
En 1892, un tal Alberto Sgaluppi, más conocido como ‘conde de Das’, hizo su primera conferencia demostrativa de hipnosis en la ciudad de Buenos Aires, donde pensaba quedarse por algún tiempo. Convocando en su hotel, con invitación, a familias distinguidas y a la prensa, hizo demostraciones sobre las posibilidades de la hipnosis usando a su esposa. Ésta, a sus órdenes, llevó a cabo adivinaciones mentales y ejecutó órdenes en estado hipnótico tales como recrear un éxtasis o las reacciones de presenciar un asesinato. El supuesto conde venía de Madrid. En distintas ciudades, presentándose como médico, había realizado sesiones demostrativas y conferencias sobre hipnosis en espacios como facultades, teatros y en salones privados ante intelectuales y público aristocrático. Usaba también la hipnosis con fines curativos, abriendo clínicas que tuvieron poca duración por sus problemas legales.
La historia de este personaje nos la cuenta, muy bien contada, un libro reciente: El Conde de Das en Buenos Aires: 1892-1893. Hipnosis, teosofía y curanderismo detrás del Instituto Psicológico Argentino. Su autor, Mauro Vallejo, es doctor en psicología, profesor en la Universidad de Buenos Aires e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y ha trabajado sobre la historia del psicoanálisis y la historia de la hipnosis.
Con la aproximación de los boundary-works, y de la mano de este fascinante personaje trashumante, el investigador Mauro Vallejo nos adentra en la cultura científica heterodoxa del fin de siglo bonaerense. Mauro Vallejo también rastrea el personaje en su paso por las ciudades de Barcelona y Madrid, pero es en Buenos Aires donde recae el análisis pormenorizado que atañe a los movimientos del protagonista en este libro.
Con un gran trabajo documental para trazar sus pasos tanto en España como en Argentina y con unas fuentes primarias que son mayoritariamente noticias de prensa, Vallejo presenta, con todo lujo de detalles, como el propio conde de Das se va reinventado y ensaya en su vida diferentes papeles. Papeles que van desde el de médico y psicólogo al de teósofo y masón, pasando por el de divulgador científico y artista. Con la mala suerte para el personaje que siempre se descubre que no es ni médico, ni conde, ni de Das, ni de la nacionalidad que dice ser en cada país según le convenga. Se inventa un nuevo pasado de sí mismo en cada ciudad, aprovechando sus viejas identidades para acreditarse con certificados, reconocimientos y medallas que atesora en el transcurso de sus itinerarios. De especial ayuda para el prestigio que inicialmente le confiere el público porteño fue que, en España, la reina Isabel II le otorgó una encomienda de la Real Orden de la otra Isabel, la Católica. Isabel II debía tener afición por estas curiosidades como también muestra recientemente la película vasca Handia sobre el gigante de Alzo.
Mauro Vallejo ha investigado también otro personaje similar: el del hipnotizador-magnetizador Onofroff, que no sabemos si se llamaba Onofre, y era catalán, o era italiano o belga (Mayrata, 2013), y sobre el que está a punto de publicar un libro (Vallejo, en prensa; 2015; 2014).
Estas figuras son una excusa para Vallejo, permitiéndole apresar el contexto cultural del entonces atrayente mundo del ocultismo y su relación con la ciencia. El libro sobre el Conde Das en cuestión, reflexiona sobre las relaciones entre la medicina, la hipnosis, el espiritismo, la psicología y sus demarcaciones.
Teniendo en cuenta las cuestiones de demarcación y profesionalización de la medicina y la psicología con estos temas, el libro hace un análisis muy interesante de los diferentes registros que el personaje mezclaba o usaba según los diferentes fines y audiencias que tuviera delante. No hay que confundir los espacios (salones de hotel, teatros, domicilios particulares) con los fines (espectáculo, sesiones ‘recreativas de fascinación’ como dice el propio personaje, o sesiones de demostración/experimentación), dado que, a finales del siglo XIX, ciertos ensayos eran comunes en espacios que hoy en día consideramos no científicos. En especial para los médicos, para quienes entonces no era acientífico acudir a un salón privado o a un teatro y realizar ciertas pruebas o preguntas con seriedad científica. Por lo menos en España, como atestiguan varias investigaciones (véase, por ejemplo, Nieto-Galán, 2014 y Balltondre, 2016). Así, aunque el propio conde de Das quiera distanciarse de la idea de la hipnosis como espectáculo, todavía puede practicarla en salones privados, presentándolo como experimento porque la normalización de que la ciencia tiene que hacerse en el laboratorio está aún consolidándose (Livingstone, 1992). Del mismo modo que, como ha estudiado Sophie Lachapelle, los médiums aún tardarían en entrar en las universidades para ser investigados científicamente (Lachapelle, 2011). Discutiéndose en ese momento la introducción de ciertos controles para validar esos fenómenos, pero apenas cuestionándose la validez de su lugar de producción (Balltondre, 2016).
Justamente el conde de Das apuesta por el viejo modelo, que está cambiando en su contra, cuando se presenta a sí mismo como demostrador de esos fenómenos y no como ilusionista o mago. Todo lo contrario de lo que defendió, un poco más tarde, alguien como Harry Houdini en EEUU. Houdini quería profesionalizar el ilusionismo, dar estatuto de profesional al productor de esos fenómenos, enfatizado como truco aquello que, personas como Das, querían presentar como fenómenos extraordinarios pero naturales y/o como técnicas curativas.
Ilustración de Rubén Gómez Soriano
El libro también documenta los intentos y fracasos del estamento médico para regular la hipnosis y el curanderismo de aquellos años. Permite entender de forma situada las relaciones entre la medicina y otras ofertas de sanación en la época, así como los conflictos entre ésta y lo esotérico. En la discusión por quién es el experto en la técnica de la hipnosis y qué usos se le pueden dar, Vallejo pone de manifiesto que la implantación de la práctica médica formal no fue un proceso monolítico y triunfador (Vallejo, 2017, p. 147), algo que el historiador de la medicina Roy Porter hace tiempo que sostiene (Porter, 1995). Asimismo, según la investigación del autor, espiritistas, ilusionistas y curanderos fueron quienes realmente dominaron la técnica de la hipnosis entre los porteños.
Vallejo discute con acierto contextual la posibilidad que Das tiene de usar el término psicología y crear un “Instituto Psicológico Argentino” en un momento en que apenas ha empezado la profesionalización de la psicología. A la inversa, el libro también nos habla de los coqueteos que la psicología académica tuvo con estos temas del psiquismo oculto. Vallejo muestra cómo José Ingenieros mismo cambió de parecer ante el tema en muy pocos años.
El libro enmarca también los espacios de confluencia de la medicina y la psicología con la teosofía y el espiritismo. Vallejo parte de la difusión del espiritismo kardeciano en Buenos Aires y analiza una de sus controversias públicas, en las que Das se ve envuelto, con sus dos principales opositores: la Iglesia Católica y algunos médicos.
El punto fuerte de este trabajo es que al estar enfocado en el microrrelato de un caso podemos conocer muy de cerca los espacios por los que el personaje se mueve, sus iniciativas, cómo se presentaban sus performances y las estrategias y polémicas que el protagonista en cuestión suscita en su ambiente inmediato. La desventaja es que, a veces, se echa de menos más discusión teórica que explique de forma contextualizada las prácticas del mismo y su construcción teórica. Más cuando estos temas han generado en las últimas décadas mucha investigación histórica, especialmente anglosajona y francesa. Un vistazo a la bibliografía secundaria del libro corrobora esta falta. Hay ausencias importantes de bibliografía que hubieran ayudado mucho al autor a enriquecer su fascinante caso. Por ejemplo, se echa de menos un encuadre teórico sobre las discusiones entre el fluido magnético y la sugestión como explicaciones contrapuestas al fenómeno de la hipnosis que se barajaban entonces (González de Pablo, 2003; 2016). Ello hubiera ayudado a detallar y comprender las explicaciones del propio Das, así como a analizar las filiaciones de las teorías que maneja. Con ello también, y pese a la limitación de las fuentes, se pueden discutir las posibilidades de veracidad que sus discursos suscitaban. Tampoco se aborda en el libro la relación teórica que había entre la hipnosis y la producción de determinados fenómenos psíquicos, no necesariamente considerados entonces como paranormales. Se pasan por encima las explicaciones de las corrientes espiritualistas entonces en boga y su relación con la psicología y la medicina, así como se obvian los debates que en ciencia había entre el espiritualismo y el materialismo.
Finalmente, cabe añadir que el libro nos regala tres anexos interesantes: los estatutos fundantes del Instituto Psicológico Argentino, de corta duración, que Das fundó; y dos escritos suyos recogidos por una revista espiritista de la época. El último, de una conferencia que el conde de Das dio en su propio Instituto psicológico. Estos dos escritos muestran el cientificismo otorgado a la tradición ocultista, que incluye también a la práctica de la hipnosis, y que es característico de las propuestas espiritualistas que estos personajes recrean a finales del siglo XIX, cosechando tanto el favor del público y de los periódicos como sus burlas y descréditos.
Referencias bibliográficas
Balltondre, Mònica (2016). La práctica de la metapsíquica: un marqués investigando la clarividencia. En Mülberger, Annette (ed), Los límites de la ciencia. Espiritismo, hipnotismo y el estudio de los fenómenos paranormales (1850-1930) (pp. 161-192). Madrid: CSIC, 2016.
González de Pablo, Ángel (2003). El hipnotismo en la España del primer tercio del siglo XX. En Montiel, Luis y González de Pablo, Ángel (coord.), En ningún lugar. En parte alguna. Estudios sobre la historia del magnetismo animal y del hipnotismo (pp. 229-300). Madrid: Frenia, 2003.
González de Pablo, Ángel (2016). Consolidar, colonizar, excluir: estrategias de legitimación de la hipnosis médica. En Mülberger, Annette (ed), Los límites de la ciencia. Espiritismo, hipnotismo y el estudio de los fenómenos paranormales (1850-1930) (pp. 161-192). Madrid: CSIC, 2016.
Lachapelle, Sofie (2011). Investigating the supernatural. From Spiritism and Occultism to Psychical Research and Metapsychics in France. Baltimore: Johns Hopkins University Press.
Livingstone, David N. (1992). Putting science in its place. Geographies of scientific Knowledge. Chicago: Chicago University Press.
Mayrata, Ramón (2013). Dalí y el fascinador Onofroff. Frontera. Revista digital. URL: http://www.fronterad.com/?q=bitacoras/ramonmayrata/dali-y-fascinador-onofroff
Nieto-Galan, Agustí (2014). Hunger Artists and Experimental Physiology in the Late Nineteenth Century. Mr Giovanni Succi Meets Dr Luigi Luciani in Florence, Social History of Medicine, 28(1), 82-107.
Porter, Roy (1995). Disease, Medicine and Society in England, 1550-1860. Cambridge: Cambridge University Press (orig. 1987).
Vallejo, Mauro (en prensa). El telépata de Mitre: Onofroff y el esoterismo en la cultura finisecular (1890-1910). Tres de Febrero: Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Mauro Vallejo (2017). El Conde de Das en Buenos Aires: 1892-1893. Hipnosis, teosofía y curanderismo detrás del Instituto Psicológico Argentino. Buenos Aires: Editorial Biblios.
Vallejo, Mauro (2015). El ilusionista Onofroff en Buenos Aires (1895) y Ciudad de México (1900). Hipnosis, magnetismo y el problema de lo paranormal en dos contextos latinoamericanos, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Colloques, septiembre 2015. URL: http://nuevomundo.revues.org.
Vallejo, Mauro (2014). Onofroff en Buenos Aires (1895). Apogeo y la caída de un ilusionista, Prismas Revista de historia intelectual, 18, 111-131.