Maribel Díaz Moreno. La Escuela de Psicología de Barcelona. Análisis crítico de la obra psicológica de Ramón Turró i Darder (1854-1926), August Pi i Sunyer (1879-1965) y Emilio Mira y López (1896-1964) en el contexto de consolidación de la psicología científica en Cataluña. Dirigida por Milagros Sáiz i Roca (co-directora póstuma) y Dolors Sáiz i Roca. UAB, octubre de 2016.
La finalidad de esta tesis doctoral ha sido la de establecer las coordenadas que nos permitan poner de manifiesto el desarrollo de una escuela de psicología en Barcelona, dentro del marco más amplio de conformación de la ciencia psicológica, con la intención de contribuir al proceso de construcción histórica de este ámbito de conocimiento.
Para alcanzar esta meta nos hemos planteado dos objetivos complementarios. El primero ha consistido en la recopilación e indexación de las referencias bibliográficas de la obra completa de los autores – Ramón Turró, August Pi i Sunyer y Emilio Mira y López – para poder realizar un análisis conjunto de sus contribuciones particulares al proceso de conformación de la escuela. El segundo objetivo se ha encaminado a la identificación y presentación del pensamiento psicológico común que subyace al trabajo desarrollado por los integrantes de dicha escuela.
En la presentación de nuestra investigación hemos establecido tres etapas diferenciadas. En la primera parte hemos mostrado los antecedentes intelectuales de la escuela, así como el marco científico en el que se desarrolló, al tiempo que hemos exhibido los datos biográficos fundamentales de sus artífices. Seguidamente, en la segunda parte, hemos puesto de relieve los criterios que hemos adoptado para llevar a cabo el estudio de los escritos originales de los autores, en una primera aproximación bibliométrica, expuesto de forma individual para cada uno de ellos, utilizando una metodología de carácter ecléctico, documentalista y crítico. Finalmente, en la tercera parte, hemos completado el análisis cuantitativo y cualitativo de los textos originales, centrándonos en la obra psicológica, obteniendo una visión de conjunto que nos ha permitido poner de manifiesto los principales rasgos definitorios de la escuela.
El concepto de «escuela» del que hemos partido para la demostración de nuestra tesis, descansa sobre una serie de supuestos que deben identificarse para hablar, con rigor, de su existencia. Así, hemos determinado que el grupo de personas que conforman la escuela estudiada, debe hallarse inmerso en la investigación de una materia concreta, dándose una continuidad en el tiempo, mediada por una ambiente histórico-cultural y unas instituciones comunes, utilizando unas mismas vías de difusión de sus productos intelectuales, los cuales están adscritos a una línea de pensamiento y metodologías afines.
De esta forma hemos establecido los principales rasgos que otorgan la entidad de «escuela» a la labor de investigación científica que llevaron a cabo los autores protagonistas de nuestro trabajo, los cuales que quedan recogidos en forma de conclusiones que detallamos a continuación.
a) Diversidad temática de la producción escrita, interés por la divulgación científica y amplio conocimiento de las materias estudiadas. La aproximación bibliométrica a los mil ochenta documentos originales hallados, que incluyen artículos publicados en revistas especializadas, ponencias presentadas en diversas reuniones científicas, colaboraciones en monografías, traducciones, ediciones particulares, así como mecanografiados y manuscritos inéditos, nos ha permitido la identificación de una serie de categorías temáticas en las que se puede clasificar la obra de la escuela en su conjunto, evidenciando la diversidad de intereses sobre los que trabajaron. Estas categorías se mueven entre los ámbitos de la biología, la fisiología, la filosofía y la psicología.
El interés por trascender sus fronteras geográficas y culturales, también forma parte de ese afán de difusión del conocimiento que muestra la escuela, cuestión que vemos reflejada tanto en las traducciones a diferentes idiomas que realizaron de algunas de sus obras más significativas, como en la participación en reuniones científicas internacionales. Si nos centramos en la etapa barcelonesa de la escuela – recordemos al respecto que el suceso de la guerra civil marca un importante punto de inflexión en su trayectoria – Francia y Alemania destacan como los principales destinos de los trabajos realizados por Turró y Pi i Sunyer, mientras que Mira contempla, con más frecuencia, el mundo anglosajón.
Dentro de este deseo de difundir las enseñanzas resultantes de su práctica investigadora, así como el interés en conocer las últimas actualizaciones de la materia en la que trabajan, hallamos la motivación de los miembros de la escuela por la creación de instituciones y de medios de comunicación para participar directamente del proceso.
Asimismo, el análisis que hemos realizado sobre las influencias recibidas por la escuela en el momento de abordar el área psicofisiológica, ha evidenciado el amplio conocimiento que manejaban los autores sobre los principales trabajos que de forma coetánea se llevaban a cabo desde ámbitos como la psicofísica, la fisiología, la psicología o la medicina, aspecto que hemos constatado a través de la identificación de los autores en los que se inspiran y con los que a menudo sostienen un crítico debate. Entre estos autores destacan Ernst Weber (1795-1878), Claude Bernard (1813-1878), William James (1842-1910) y Gregorio Marañón (1887-1960) como los más citados dentro de la obra psicofisiológica de la escuela.
Por otra parte, el amplio apartado que Mira dedica al comentario de las recientes obras psicológicas – tanto desde una vertiente teórica como aplicada – y fisiológicas que llegaban desde el continente europeo y desde Estados Unidos, denota, además del interés en determinar el estatus de estas materias, un alto nivel de conocimientos que, de forma conjunta con el rigor en el tratamiento de las diversas temáticas abordadas, se convierte en uno de los rasgos definitorios de la escuela.
b) Modelo de ciencia psicológica. La escuela de psicología de Barcelona propone una psicología basada en los postulados de la ciencia objetiva, enfocada a la experimentación como elemento legitimador de la validez de los resultados obtenidos, tomando como referente los modelos adoptados por las ciencias que ellos consideran consolidadas como por ejemplo la fisiología o la química.
Dentro de la escuela, Emilio Mira, continuando la línea de pensamiento de Turró y Pi i Sunyer, pretende situar la psicología como una rama de la biología, si bien, de acuerdo con ellos, considera que la pretendida aproximación objetiva al sujeto, no puede eludir el elemento psíquico, como proponían los postulados provenientes de la reflexología rusa y los posteriores planteamientos conductistas.
c) Método(s) de la psicología. En consonancia con el modelo de psicología que proponen los integrantes de la escuela, establecen que la metodología experimental es la que debe guiar sus investigaciones encaminadas a comprender y explicar los fenómenos psíquicos, basada en la observación y la estadística como los principales elementos que deben proporcionar la objetividad que precisan los conceptos tratados. Dentro de la formulación metodológica de la escuela no tiene cabida el método introspectivo, ya que consideran que sujeto y objeto de estudio no pueden coincidir, si se pretende aportar datos objetivos al estudio de la psique, en los que no intervengan elementos distorsionadores. No obstante, en el diseño experimental no se puede obviar el elemento psíquico por motivo de su complejidad intrínseca, sino que se debe buscar la forma adecuada de incluirlo plenamente en el estudio sin perder la condición de objetividad apuntada.
d) Concepción de la naturaleza del individuo. El individuo que estudia la psicología propugnada por la escuela presenta una clara continuidad entre sus vertientes orgánica y psíquica que se sustenta sobre una base fisiológica. Por tanto, para abordar el estudio científico del sujeto, no se hace necesaria la división artificial de ambas entidades – física y psíquica – dado que se trata de un ser unitario.
En la descripción del sujeto que propone la escuela no tiene cabida el elemento innato postulado desde las filas racionalistas. El individuo llega al mundo con un repertorio de potencialidades que sólo desarrollará a partir de su interacción con el medio que le rodea – tanto interno como externo – adquiriendo en este proceso una importancia capital el concepto de experiencia en la que interviene un elemento clave para la escuela como es el movimiento.
e) La unidad funcional como teoría psicológica. El concepto de unidad funcional desarrollado por August Pi i Sunyer, derivado de la teoría que sobre el origen trófico del conocimiento elaboró Turró, adquiere una significación y trascendencia fundamentales en el pensamiento psicológico de la escuela. Así, desde esta perspectiva, se define el individuo como un todo orgánico en el que sus diferentes sistemas – humoral, neural, neuroquímico y psíquico – actúan de forma coordinada. Se establece entonces, una escala evolutiva que a nivel filogenético, situaría al hombre en el lugar más elevado de la evolución como consecuencia de la mayor complejidad de su sistema nervioso. De la misma forma, a nivel ontológico, el desarrollo del sistema nervioso se iniciaría en el niño dotado de reflejos simples que se irán complicando hasta la psique adulta en la que se alcanza el máximo crecimiento.
En definitiva, como resultado de la selección y adaptación de los organismos al medio, así como por la transmisión hereditaria de las características más adecuadas para la supervivencia, tiene lugar la coordinación interorgánica que lleva a la unidad del funcionalismo de los individuos, considerando la conciencia como una de las manifestaciones más elevadas del funcionalismo nervioso.
La aceptación de esta teoría por parte de Mira, culmina en la concepción holística de la persona que la transforma en un ser bio-psico-social, convirtiéndose en el rasgo fundamental que define la escuela de psicología de Barcelona con respecto a una línea de pensamiento común y estable.
Como conclusión final de nuestra tesis doctoral debemos destacar que la Escuela de Psicología de Barcelona que hemos presentado, se podría definir, a modo de síntesis integradora, como una escuela que, originada desde el ámbito de la fisiología, al establecer los procesos por los que el individuo debe comunicarse eficientemente con el medio que le rodea para mantenerse vivo, los cuales aborda desde una perspectiva unitaria con respecto al funcionalismo de los diferentes sistemas orgánicos con los que está dotado, se encuentra indefectiblemente con el aparato psíquico como elemento a estudiar, para comprender cómo ocurre todo el proceso.
Por tanto, la línea de pensamiento que despliegan los autores en torno a este interés se caracteriza por contemplar una base biológica sobre la que construyen una teoría de la naturaleza del individuo como la de un ser que llega al mundo con todo lo necesario para interactuar con él y desarrollarse, como un organismo más, dentro la amplia diversidad natural.
Se trata sin embargo, de un individuo que, necesariamente, debe situarse en una esfera social por ser el ámbito en el que se despliega toda su actividad dirigida al mantenimiento de la vida.
Así, la atención por parte de la escuela a elementos como la sensación, la percepción, la memoria, el aprendizaje o la conciencia, factores todos ellos necesarios para el desarrollo del individuo que hemos descrito, así como su ubicación dentro de un proceso evolutivo, hace que nos atrevamos a considerarla – si se nos permite una mirada presentista – inmersa en los debates propios de la psicología cognitiva y de la psicología evolutiva actuales.
Para acabar esta reseña, no podemos dejar de mencionar la implicación profesional – y emocional – que depositó en esta tesis la Dra. Milagros Sáiz i Roca, quien nos abandonó en un cálido día de agosto de 2015, antes de ver acabado este proyecto.
El rigor y entusiasmo que imprimía en su labor investigadora dentro del ámbito de la historia de la psicología, es bien conocida por las personas que componen esta Sociedad Española de Historia de la Psicología, de la cual ella misma fue miembro destacado. Pues bien, la autora de esta tesis viene a sumarse a esta idea compartida, dando fe de la inspiración y aprendizaje continuo que ha supuesto trabajar bajo su dirección durante el largo período que ha ocupado esta investigación.
Por fortuna, este último proyecto en el que se hallaba inmersa Milagros Sáiz, aunque compaginado con otros como era característico de su amplia capacidad de trabajo, ha podido ser continuado y culminado gracias a la dirección que asumió, generosamente, la Dra. Dolors Sáiz y Roca.
Desde estas líneas quería explicitar mi agradecimiento personal a nuestra querida Milagros a cuya memoria está dedicada la tesis aquí presentada.