LA SANGRE DE LA GORGONA. UNA HISTORIA DEL VAMPIRISMO DESDE LA PSICOLOGÍA Y LA MEDICINA

La próxima semana saldrá al mercado el libro “La sangre de la Gorgona. Una historia del vampirismo desde la psicología y la medicina”, del que son autores los Dres. Francisco Pérez-Fernández y Francisco López-Muñoz, ambos profesores en la Universidad Camilo José Cela de Madrid. A continuación, reproducimos el texto de presentación que aparece en la contraportada de este libro:

“Leer y escribir sobre vampiros y vampirismo parece ya una tarea vana. De todo se ha dicho y en todos los formatos acerca de estos monstruos culturales. Tanto que ya casi parece absurdo perder el tiempo en profundizar en sus andanzas con cualquier afán que rebase las fronteras del mero entretenimiento. Sin embargo, se trata de una impresión ilusoria. A poco que nos adentramos en la materia nos descubrimos ante un territorio sembrado de imprecisiones, vaguedades, fantasías y confusiones.

Podrá parecernos sorprendente, pero el vampirismo fue durante mucho tiempo un tema muy serio para las Ciencias Sociales y de la Salud emergentes. Un ámbito plagado de arduos ensayos, construidos por médicos confusos, alienistas extrañados, teólogos sorprendidos e intelectuales boquiabiertos. Un campo en el que la ciencia, la medicina, la religión, la filosofía y el extrañamiento etnográfico ante “lo diferente”, “lo exótico”, se fundían y confundían sin solución de continuidad. El vampirismo suscitó, dadas unas circunstancias históricas y de altura del conocimiento muy peculiares, un debate biomédico y psicosocial de enormes proporciones. Solo desde ahí puede explicarse su posterior éxito y revisión en el contexto de la cultura popular contemporánea. De hecho, puede afirmarse que la literatura, la prensa y el arte occidentales tomaron en serio al vampiro de la Europa Oriental (y lo reconstruyeron) solo porque la intelectualidad y la ciencia se lo habían tomado previamente como una cosa harto real y sensata.

Esta es la historia que relata este libro. Una historia que creemos que no se ha contado aún. O, al menos, no con todo el rigor que sería necesario.”