Crónica del XXXI Symposium de la SEHP. Murcia, 24-26 mayo de 2018

Por Violeta Ruiz (Universitat Autònoma de Barcelona)

Este año, la XXXI reunión de la SEHP se celebró en Murcia, una preciosa ciudad donde los asistentes pudimos disfrutar paseando entre las jacarandas en flor y la arquitectura barroca que la caracteriza. El comité organizador del evento, con Juan Antonio Vera a la cabeza, se aseguró de que todo funcionara con fluidez y que hubiera un equilibrio entre las discusiones intelectuales y las oportunidades de socializar entre cafés y cenas. El congreso tuvo lugar a la vez que el décimo simposio de la Asociación de Motivación y Emoción, y ambos fueron inaugurados con la conferencia, entretenida e informativa, de J. Bruce Overmier sobre The Origins of Learned Helplessnes. Overmier nos relató con un estilo muy cercano su historia personal al investigar la indefensión aprendida y terminó animando a los doctorandos que siempre siguiesen su intuición.

En el simposio participaron treinta y cuatro ponentes que abordaron cuestiones relacionadas con la historia de la psicología desde diferentes perspectivas. La temática del congreso paralelo animó a que varios investigadores abordasen sus ponencias desde la perspectiva de las emociones. Por un lado, desde la trayectoria vital de personajes históricos y el papel que jugaron sus experiencias en el desarrollo de sus teorías psicológicas, como por ejemplo la comunicación de José María Gondra sobre los grupos de integridad de Orval Hobart Mowrer. Por otro lado, estudiando las emociones en diferentes ramas de la psicología, como en el trabajo de William James sobre la melancolía religiosa (comunicación de Paulo Jesus). Sin embargo, no faltaron comunicaciones basadas en el intercambio e influencia de distintas teorías psicológicas (las ponencias de Virgili Ibarz, Gabriel Ruiz y Natividad Sánchez), su aplicación práctica y efectos sociales (las presentaciones de Domingo Ángel Gorricho, Luis María Iturbide y Ángel González), las relaciones internacionales entre psicólogos (Helio Carpintero), los límites del experimento psicológico (María Peñaranda y Francisco Pérez) y el desarrollo de las disciplinas de la psicología y la psiquiatría en varios contextos internacionales (Jimena Carrasco, y Macarena Tortosa, Julia Osca, Elisa Alfaro y Francisco Tortosa).

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Este año, los organizadores del congreso buscaron estrechar lazos con historiadores de la psicología de otros países hispanoparlantes. Por este motivo, se celebraron tres mesas temáticas los días 24, 25 y 26 sobre la Historia de la psicología en español, que propiciaron la asistencia de investigadores chilenos, brasileros y argentinos, ampliando la colaboración con sus colegas españoles.

La mesa temática Historia, psicología y arte resultó, en mi opinión, muy sugerente. Sus participantes plantearon su análisis desde la perspectiva de la experiencia, acercándonos a una historia cultural de la psicología interpretada como historia de la subjetividad. Entre los temas abordados, señalaremos el papel de las metáforas en la creación de conocimiento científico (Juan Hermoso), los usos de las imágenes literarias para deslegitimizar movimientos científicos (Juan Marcos Bonet), los cuidados del yo (Ana Fernández-Roldán Jiménez) y de la vida interior a través de la imaginación (Luis Martínez Guerrero), los intereses políticos en el control gubernamental de las sensaciones a través de la ciencia (Iván Sánchez Moreno y Alicia Fernández Martínez), y la aplicación de teorías psicológicas en el estudio de objetos elusivos como la ausencia en la creación artística (Ángel Cagigas). Esta mesa sirvió como recordatorio de que la subjetividad individual puede ser también considerada un objeto histórico.

El congreso contó, además, con una mesa dedicada a Las mujeres en la historia. Las ponencias de José Carlos Loredo, Rubén Gómez Soriano, y Noemí Pizarroso destacaron la importancia de recuperar las voces femeninas que han sido silenciadas por la historia, y su papel en el desarrollo del conocimiento científico. Por otro lado, Mònica Balltondre habló sobre la medición y objetivación médica (y masculina) del deseo femenino en España entre 1920 y 1936. Si bien no fue una mesa que abordaba la historia de la psicología desde una perspectiva estrictamente feminista, no dejó de hacerse eco de debates sociales más amplios.

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Además de la participación de antiguos miembros de la SEHP, este año contó con las ponencias de varios estudiantes de máster y doctorado. Sara Serrano Martínez presentó los resultados de su trabajo sobre la medicalización del suicidio en España entre 1926 y 1936, mientras que Ana Fernández-Roldán Jiménez discutió una de las técnicas del cuidado del yo en el arte helenístistico, a través de las comedias moralistas de Menandro.  Génesis Núñez –junto con su directora Annette Mülberger– y Violeta Ruiz también presentaron parte de sus investigaciones de tesis: por un lado, sobre el uso de la psicometría para evaluar la (a)normalidad en niños y poder mejorar su salud –y, por ende, la de la ciudad de Barcelona– enviándolos a campamentos; y, por otro, la (re)conceptualización de la neurastenia como un síndrome psicológico en España entre 1890 y 1920.

Finalmente, hubo varias ponencias de gran utilidad historiográfica práctica, como la presentación de Gonzalo Salas del Archivo analítico de psicología y educación en Chile, una iniciativa que emana del Proyecto Fondecyt ‘Antecedentes, escenarios e itinerarios de la psicología educacional en chile en el periodo pre-profesional’. Así como también de interés político, como la crítica a la constitución del sujeto ingenuo en los laboratorios psicológicos de Arthur Arruda Leal Ferreira.

Este año, el premio Antonio Caparrós fue concedido al estudiante de doctorado Catriel Fierro, de la Universidad Nacional del Mar de Plata (UNMP, Argentina) por su excelente y exhaustivo trabajo, ¿Historia, teoría o epistemología? Análisis y caracterización de asignaturas y cursos de historia de la psicología en currícula universitaria de psicología de Argentina (1950-1997). Además de acercar al público a la historia de la psicología en Argentina, el trabajo de Fierro –que forma parte de su tesis doctoral– mostró el gran esfuerzo de este nuevo miembro de la SEHP en abordar cuestiones que aún no han sido resueltas en la historia de la psicología en este país.

El 26 de mayo, en el marco del simposio, se firmó un convenio específico de colaboración entre la Sociedad Española de Historia de la Psicología (SEHP) y la Sociedad Chilena de Historia de la Psicología (SOCHIPs). En este acuerdo, ambas sociedades «se comprometen a unir esfuerzos con miras a acrecentar su cooperación científica y técnica». Además de este convenio, la SEHP amplió su número de socios con siete altas nuevas, incluyendo estudiantes y profesores, nacionales e internacionales. Con este último acto, el XXXI encuentro de la Sociedad de Historia de la Psicología cerró su simposio con la certeza de ser una asociación con relevancia internacional al ofrecer un espacio de cooperación entre España y América Latina en esta disciplina, y la promesa de seguir creciendo en un futuro. El próximo encuentro se celebrará en Madrid, en el 2019 y será, sin duda, igual de estimulante.

dibujo HelioDibujo realizado por Helio Carpintero durante el Symposium del claustro de La Merced de la Universidad de Murcia.